¿Alguna vez has sentido que tu vida es
una rutina, que tienen cierta incertidumbre por el futuro y sientes que por más
que caminas no vas a ninguna parte? Probablemente esta novela sea para ti.
Escrita por Mario Benedetti en 1960,
“La tregua” es una novela de ficción realista que cae en lo romántico,
nostálgico y en lo doloroso, es escrita a modo de diario personal, donde por
apuntes constantes de Martín Santomé estamos al tanto de los temas centrales de
la novela, los cuales son su jubilación y sus últimos días de oficina, la
relación disfuncional con sus tres hijos, el reencuentro con viejas amistades
que evocan recuerdos agradables y el reencuentro con el amor en su vida.
Esta novela es relativamente corta,
comprende cerca de unas 200 páginas en físico, los modismos de Mario Benedetti
son realmente comprensibles si es que eres de Centroamérica o de México, además
del hecho de que el libro está escrito en primera persona de manera informal.
Considero que con facilidad podemos empatizar con los pensamientos escritos por
Martín Santomé, esto en suposición propia de que hoy en día con nuestros
estilos de vida modernos solo podemos pensar en dos cosas, el pasado y las
consecuencias que mantiene en nuestro presente y sobre todo la otra, que es la
incertidumbre que nos causa el vivir pensando en un mañana que desconocemos si
va a llegar.
Respecto a lo anterior dicho, en los
primeros días de redacción de Martín Santomé, encontramos su encuentro en la
calle con un borracho inofensivo que le cuestiona con tal seriedad lo siguiente
“¿Sabes lo que te pasa? Que no vas a ninguna parte”, honestamente muchos
vivimos como un barco que no tiene una ruta clara, esto citando a Séneca cuando
dijo “Ningún viento es favorable para quien no sabe a qué puerto se dirige”.
Martín Santomé a sus 49 años desconocía su futuro después del retiro y, sobre
todo, las grandes posibilidades de su presente.
Una de las cosas que me gustó mucho
fue el desarrollo del Martín Santomé romántico al caer en cuenta de que sin
mucha intención se había enamorado de la joven Laura Avellaneda, una colega más
en la oficina, una compañera nueva que seguía bien ordenes era atenta para
pretender entender las instrucciones que se le daban y tenía un algo que la
volvía diferente de otras mujeres. El señor Santomé si bien estaba a nada de
llegar a sus 50 años, comenzaba a actuar como adolescente, mejor dicho, a
pensar como uno, tomando buenas y malas decisiones que hoy en día tomaríamos como
incorrectas para conquistar a alguien, pues parece ser que acosaba a Laura, sin
embargo, su técnica fue efectiva y atendida con un “usted me gusta”.
Creo que me gustaría pasar de largo con algunas partes del diario que no se me hicieron muy significativas, pues si bien da al caso que el reencuentro con un amigo de su juventud le trae recuerdos graciosos, otros sucesos son de mayor importancia, como el conflicto que se va desarrollando con sus hijos, mismo que va escalando al punto en que se le revela información que desconocía de ellos, además claro, todo esto cuando sus hijos saben sobre Laura y el departamento. Algo que considero esencial de destacar es el punto en que Martín compara a Laura con su esposa, pensando en que quizá seguir adelante con su ideal de que Laura sería lo mejor. Por otro lado, quiero comentar que Laura Avellaneda no solo representa un amor tardío para Santomé, sino también una esperanza renovada y una tregua en su monótona existencia. Su juventud y vitalidad contrastan con la rutina gris de Santomé, iluminando sus días y aportando una nueva perspectiva a su vida.
En los últimos días de escritura de Martín Santomé, tras la muerte de Laura, la narrativa es poderosa, aunque sentí que el final fue flojo debido a la falta de resolución en ciertos conflictos, como lo es la problemática con sus hijos, lo que dejó algunas tramas sin cerrar.
"La tregua" es una obra que
trasciende su época, explorando las profundidades de la vida cotidiana y las
emociones humanas con una sensibilidad extraordinaria. A través del diario de
Martín Santomé, Mario Benedetti nos muestra cómo la rutina puede ser
interrumpida por momentos de auténtico amor y redescubrimiento personal, aunque
sean efímeros. La novela nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas,
nuestras relaciones y el significado del tiempo que tenemos. Es una historia
que nos recuerda que, a pesar de las incertidumbres y las dificultades, siempre
hay espacio para la esperanza y el amor. Benedetti captura la esencia de la
existencia humana con una prosa sencilla pero profunda, haciendo de "La tregua"
una lectura indispensable para aquellos que buscan entender mejor la naturaleza
de sus propios sentimientos y experiencias.